Quien iba a decir que en aquella tienda de ropa antigua , Nineth iba a encontrar lo que buscaba. La apasionaban las prendas Vintage originales, todo lo que estuviera impregnado de historia y que al ponérselo la hiciera vivir como en la época a la que pertenecieron.
Llevaba aproximadamente unas 2 horas allí , ensimismada percha tras percha, sin encontrar nada que la llamara lo suficiente, hasta que al apartar un viejo abrigo de franela de los años 50 apareció. Era un corsé antiguo, de color hueso y un descolorido borde rojo, posiblemente del siglo XVIII, aunque no estaba segura. Lo acarició con sus manos y sintió la perfección de su construcción, evidentemente ya no hacían prendas así. Su corazón comenzó a latir fuerte por la emoción. era lo que siempre había deseado.
Nineth sabía que con la llegada del siglo XVIII llegó un cambio importante para el corset: Este tomó forma de 8 o también denominado corset “reloj de arena”, que hacía una cintura pequeñísima y resaltaba el busto y las caderas, siempre buscó algo así y ahora estaba en sus manos. Podía revivir la época Rococó o incluso alguna época anterior. Se acercó al señor que regía la tienda. Su aspecto era extraño, un hombre muy alto, delgado y de aspecto enfermizo. Este apenas levantó su mirada de aquella mesa llena de papeles rancios y amarillentos.
Con el corset en la mano empezó a golpear insistentemente en la mesa para que el dueño la hiciera caso. Por fin se dio cuenta de que estaba allí. Ya con mas insistencia le preguntó cuanto costaba aquella prenda. la respuesta dejó de piedra a Nineth..
¨No esta en venta¨
¿Como? ..preguntó enfadada..este corset estaba en el ropero, a la venta como las otras prendas y yo lo quiero!..dijo con un patente enfado y dejando el corset encima de la roñosa mesa.
En esquelético hombre apenas se inmutó. Levantó su mirada por encima de sus lentes sucias y con mirada despectiva la dijo: ¨El corset no esta en venta..llevatelo..es tuyo, no lo quiero aquí en mi tienda¨..sorprendida Nineth no supo que contestar, agarró la prenda y salió por la puerta corriendo en dirección a su coche. Según caminaba no podía parar de tocarlo, era como una droga que deseaba probar.
Ansiosa consiguió aparcar su automóvil en un buen sitio cerca de su casa. Subió en el ascensor tocando las llaves de la puerta buscando la que era para entrar a toda velocidad. La puerta golpeó con fuerza al cerrarse. Entró corriendo en su habitación y se quitó la ropa para probarse el corset. Según intentaba no sin esfuerzo ajustarlo, notaba un fuerte ahogo, era como si la faltara el aire. Al principio pensó que era debido a su forma y la presión que este ejercía sobre su pecho , pero era algo diferente y no sabía definir que era.
De repente cayó sobre el suelo. La presión era mas y mas fuerte, hasta que esta la hizo perder el conocimiento Abrió los ojos al cabo de unos minutos, y escucho a la multitud gritar, a la gente con palos y pancartas..y ella en medio de un gran artilugio de madera con un fuerte olor a muerte..era una guillotina. Con su cabeza atascada entre dos maderas y un par de bisagras oxidadas esperaba la caída de la cuchilla que separara la cabeza de su cuerpo. Un soldado la entregó una moneda que puso en la palma de su mano, y ella la aferró con fuerza.
Por fin comprendió que pasaba. Aquel corset estaba maldito, quizás perteneció a alguna dama de la alta sociedad francesa y por eso el dueño de la tienda Vintage quería desacerse de el. Comenzó a respirar con dificultad, intentando gritar, pero no salía ni una sola sílaba de su boca. Un silbido se escuchó..la afilada hoja cayó y en ese momento pudo gritar.
Estaba en su habitación, desnuda, con el corset desabrochado y llorando mientras en sus manos conservaba la moneda. Durante unos días llego a pensar que fue un sueño, pero la moneda que dejó encima de la mesilla de su habitación la devolvía a la realidad del corset maldito.