Jack estaba encerrado en una habitación oscura sin querer salir. Llevaba en esa situación mas de un mes, daba igual que tuviera ojos porque no los necesitaba, se había acostumbrado a la oscuridad.
El porqué estaba encerrado en aquella jaula que el mismo había decidido construir tiene su explicación en la luz. Así es..su luz se apagó. Ya no veía brillo en su mirada cuando por la mañana se levantaba y se miraba al espejo, su andar se había convertido en pasos desgarbados que desgastaban la suela de los zapatos por el tremendo roce con el suelo. Su sonrisa era una especie de dibujo en su rostro con un viejo carboncillo, y borrada a golpe de difumino.
Cuando alguien lo saludaba el se esforzaba en complacerlo con buenas palabras , pero no era mas que una tremenda armadura de papel. Día a día, como una vela que hemos olvidado apagar al salir de casa, se fue extinguiendo. Nadie se dio cuenta porque el mundo estaba inmerso en sus propias cosas, solo el, cuando de repente, al igual que la mecha de la vela, empezó a parpadear, a dudar y por ultimo ..apagarse.
Su luz, aquella que en su día deslumbraba a todo el mundo se había apagado. Por el momento a nadie pareció importarles que Jack no pareciera el mismo, hasta que dejó de aparecer. Se encerró en su antiguo apartamento y tiró todas las bombillas a la basura, dejó que la oscuridad reinara en su casa, su morada, que fuera igual que la noche mas profunda, que el día no existiera mas en su vida, apagada como el estaba.
Respiraba profundamente mientras caminaba por los estrechos pasillos. Algunos pensarán que estaba deprimido, pero no, solo era que su luz había desaparecido y sin nada que alumbre su vida y la de los demás, se convirtió en parte de la oscuridad.
Un día comenzó a tocar la palma de su mano. Sentía los surcos y las líneas como si de carreteras mágicas se tratasen. Por un momento empezó a sonreír, y esta vez no era fingida ni falsa, era de verdad. Con los ojos cerrados imaginaba que escapaba a un mundo diferente por aquella palma de su mano. De repente abrió los ojos y se miró frente a un espejo. Allí estaba de nuevo el brillo. Sus ojos refulgían como si de linternas se tratasen. Por un momento creyó en el , al sentirse vivo de nuevo dibujando su imaginaria vida y dando chispas que encendieran sus sueños otra vez.
Con fuerza levantó cada persiana y vio que el mundo era gris, mas el ya no lo era. Según miraba a su alrededor todo cobraba color porque el sabía de que están pintados los sueños..de luz.