Razón es lo que aparentemente nos mueve para comprender algunas cosas, y son esas cosas las que a veces no podemos entender por muchas razones que nos den. Recordamos que nos caemos para aprender a levantarnos, pero es mas importante las veces que eres capaz de hacerlo, ya que son estas las que hacen de ti que te superes, aunque a veces tenemos a alguien que se puede empeñar en hacerte dudar.
Esto tan simple es mas complicado de lo que parece, sino, observemos en esta habitación a esa piedra sentada en una silla y frente a ella, yo, que también pudieras ser tu.
Una habitación casi vacía, con una pequeña ventana donde para un fino haz de luz, y en medio de ella , dos sillas de madera. En una de ellas estoy yo, impasible, con mis ojos ya secos de tanto mirar el mismo objeto, me paso horas observando con detenimiento a quien esta frente a mi, una simple piedra, de ángulos caprichosos y un color blanquecino.
Ella no se mueve, es lo que yo espero, verla moverse y descubrir su secreto. Pero no obtengo ningún resultado, solo mantener mi dolorido cuerpo en esa incómoda silla antigua. Apenas parpadeo , mis ojos están secos y me duelen, pero no me importa, no voy a dejar que la piedra juegue otra vez conmigo.
Mi mente se trastorna, mi cuerpo comienza a inquietarse al no ver ninguna señal que me diga que esa es la piedra. Paso a ejercer otro tipo de presión..la insulto !!..pero nada, solo consigo dañar mis cuerdas vocales. Ahora me levando entumecido de la silla y me acerco hasta ella, sigo gritando pero no consigo nada, ni se inmuta.
Vuelvo a mi silla, frenético, con los ojos enrojecidos, los músculos en tensión y la mirada perdida, nada tiene sentido, estaba seguro de que esa era la piedra con la que me tropiezo una y otra vez. Siempre decimos que los humanos tropezamos dos veces con la misma piedra, pero estoy seguro, yo he tropezado mas de dos, y tres, y juraría que es esa la piedra.
Pienso que me persigue, que esta escondida en algún rincón cerca de mi y cuando tiene oportunidad, se pone delante de mi para hacerme caer. Es ella, estoy seguro, no nos tropezamos solo una vez..son muchas mas, y de ello aprendemos, pero el problema viene cuando es la misma piedra la que te persigue y en su afán de hacerlo magulla tu cuerpo esperando la siguiente ocasión para hacerte caer, y con ello minar tu voluntad de seguir.
Aun sigo observando..mas no se mueve..o al menos, lo parece.,eso si..permanece alerta!!..y nunca te rindas !!