Oculto tras aquella enorme planta en mitad de la selva, así me encuentro ahora, observando tras el verde intenso que me rodea a que el sol apague su luz y poder salir en la oscuridad de la noche , entre sonidos de animales, hacia la gran pirámide.
No hace ni una semana que estoy aquí, perdido tras el fatídico accidente de mi avioneta. Aún tengo magullado todo el cuerpo por el terrible impacto, del que afortunadamente salí ileso, o mas bien diría milagrosamente, ya que vistos lo restos de la aeronave, poco podríamos adivinar que se que se trata, ya que no es mas que un tremendo amasijo de aluminio y hierro en medio de la selva en Guatemala.
Mi objetivo siempre fue el mismo, encontrar la famosa estatua de Jade, esculpida por los Mayas y relatada en las crónicas de los españoles que por allí pasaron hace mas de 500 años. Nadie la había visto nunca, solo había sido dibujada por los escritos de varios conquistadores de manera realista dentro de un universo imaginario , como todo lo que pasaba en esa época, desde los unicornios, que no eran otros que rinocerontes que habían imaginado como caballos con un cuerno que solo podían doblegarse ante una mujer virgen, a los grandes monstruos marinos.
Pero esto era diferente. Se trataba de la mujer de Jade. Empiezo a recordar mis lecciones de historia, allí descubrí como el jade se usaba en muchas civilizaciones, algunas como la china donde los altares de la tierra y de la luna estaban fabricados en jade verde, así como las estatuas de Buda. En las tumbas de china aparecían a menudo trozos de jade verde, pues se considera que esta piedra da vitalidad a los muertos. A su vez, los hombres intercambiaban imágenes de dos hombres grabadas en jade verde como señal de amistad. Si estaba tallada en forma de mariposa se regalaba para obtener el amor de la otra persona. En cambio, garbadas en forma de murciélago o cigüeña se usaba para prolongar la vida. A su vez, también en china, se buscaban platos de jade verde, pues se consideraba que la energía de la piedra traspasaba a la comida antes de ser consumida.
Los antiguos Mayas llevaban jade para protegerse contra las enfermedades de riñón y los problemas vesiculares y también se creía que tenía poder sobre el clima, se arrojaba al mar con mucha fuerza para provocar niebla, lluvia o nieve. Los grandes hechiceros y sacerdotes sabían de su poder, pero nadie había visto nunca a la mujer que debía haber sido un objeto de culto y magia, no sabíamos ni su tamaño, forma y lo pero de todo, su localización.
Uno de los sitios que hacían referencia era la Pirámide de Peten, Tikal , la más colosal de la civilización mesoamericana, con sus 172 metros de altura y su base de 300 metros de ancho por 600 metros de largo midiendo todo el complejo de pirámides 172 metros de altura la coloca como la pirámide más grande del mundo. Anteriormente se creía que el Templo IV en Tikal , de 64 metros de altura se trataba del edificio precolombino más alto. La existencia de este templo precolombino y otros descubrimientos recientes en la Cuenca del Mirador, demuestra la cultura altamente sofisticada que fue el pre-clásico maya. Siempre me impresionó aquella estructura en mitad de la selva, y aunque ya se había descubierto casi todo en su alrededor, yo sabía que la mujer de Jade podía estar en algún lugar de aquel templo, y ahora aquí estoy yo, esperando una señal.
Los Mayas consideraban a las pirámides elementos vivos y mágicos, utilizando el Jade extraído de las montañas Guatemaltecas en algunas de las decoraciones y accesorios, así como utensilios personales. Yo sabía que estaba allí, aunque el porqué estaba oculto tras la oscuridad era un elemento clave. Había leído en un documento antiguo que Juan de León, un caballero, dijo ver la noche, a la derecha de aquella gran pirámide, una gran luz verde que emanaba desde el suelo, y que al acercarse, vio la figura de una mujer.
Yo sabía que aquello podía ser cierto, pues era de todo lo que había estudiado, lo que se acercaba a la realidad, aunque quizás eran las ganas de encontrarla lo que hacía que fuera mas verídico.
La noche se tornó incómoda. Empezó a llover de manera que parecía que todos los grifos del cielo estaban abiertos.El agua me está calando de tal forma que parezco parte del torrente que escurre por todo mi cuerpo, pero sigo atento con los ojos envueltos en niebla intentaba ver en la oscuridad cualquier atisbo de luz que emanara de la pirámide. Los minutos se convirtieron en horas, y mi único aliado es mi sombrero en esta noche torrencial, lo único que para algo la lluvia de mi cara permitiéndome ver un poco mas allá.
Un ruido en mitad de la tormenta alerta mis sentidos. Es como un crujido de un árbol partiéndose por la mitad, pero allí solo estamos la pirámide y yo. Es raro, pero hace que mire con mas profundidad hacia donde procede . Mi corazón comienza a palpitar muy fuerte, apenas puedo respirar, veo una luz verde intensa y fuerte. Creo que voy a acercarme..si..mi corazón late con tanta fuerza que ya no escucho la lluvia golpear sobre las grandes hojas.
Mi piel se eriza al ver aparecer frente a mi lo mas bello que jamás imaginé. Sus poderosas curvas y su mirada intensa hacen de mi un mero objeto que es incapaz de hacer nada mas que quedarme petrificado ante tal belleza desnuda. Sus brazos se acercan a mi y me envuelven con suavidad. Noto su fría piel de Jade mientras mis ojos parecen verdes por el poderoso reflejo de su luz. Intento hablar pero noto como es imposible hacerlo pues sus labios detienen mi voz mientras me arrastra a su interior. Busco como abrazarla pero antes de encontrar la forma ella ya me ha atrapado.
Dentro navego por su cuerpo de fría piedra sagrada y veo como la historia pasa frente a mi, veo todos los que buscaron a la misteriosa figura de jade, cuantos a lo largo de los tiempos dejaron su vida allí. No puedo entender que esta pasando, solo se, que allí esta mi sueño,aquello que tanto anhele y que ahora soy parte de el. No sé cuanto tiempo llevo en este éxtasis de pasión y asombro, pero no deseo que termine. Observo mis manos y veo como se van transformando lentamente en aquello que tanto busqué. Poco a poco, mi sangre se convierte en maravillosas vetas verdes y azuladas mientras mi corazón se petrifica en una luz intensa que acaba por dejarme duro como una roca, una gran piedra de Jade con forma humana al lado de la mujer mas hermosa creada por la magia en los tiempos de lo antiguos.
Ahora todo lo veo desde el otro lado, aquí, oculto junto a ella en la gran pirámide de Petén, Tikal retumba en mi interior . Aunque aún la siguen buscando solo yo la he encontrado..para siempre.