Sentada frente a la ventana y apoyada sobre aquella vieja mesa de madera descolorida, acariciaba con sus finos dedos el rugoso papel sobre el que escribía entre suspiros y anhelos de futuro , sus deseos , sus sueños , en si no pedía mucho y a la vez la veía como una carta al cielo, un mensaje escrito con la tinta del Alma y empapada en las lágrimas del destino.Pensaba que quizás, y solo quizás, llegaría a algún lugar donde algo poderoso , tan increíble como el Universo , la leyera y compasivo ante tanta verdad se dignara a complacer a quien solo pedía ser feliz. Miraba de vez en cuando a Luna , que vigilante desde el cielo inspiraba sus deseos.
Ser feliz…que concepto tan abstracto . Esa palabra revoloteaba en su mente como un pequeño pajarito que sin querer se cuela en una habitación y no puede salir de allí, buscando esa ventana por la que entró y que ahora estaba cerrada, ser feliz era algo más que un sueño , era una necesidad, una realidad buscada y en verdad justa para alguien que siempre lo había dado todo sin pedir nada a cambio, para quien la sonrisa era el alimento del Alma y el combustible del espíritu por el que se mueven aquellos que creen en el amor, aquellos que nunca se rinden, aquellos que pueden levantarse a pesar de los golpes de la vida. Para ella dar vida a las palabras que iba dictando su corazón era proyectar un futuro ideal, sentirse amada y poder amar sin condiciones, compromiso y realidad, valores, sentir sin preguntarse porqué …levantarse cada mañana y retar al Sol con su brillo , y porqué no…tumbarse sobre la hierba a observar a la Luna y las estrellas junto a quien cree como ella que los sueños se pueden cumplir .
Creía que aquella carta podía cambiar su vida, lo creía con la fuerza del corazón , sabía que algún día no lejano aquellas plegarias al destino saltarían desde el papel mojado por las lágrimas y se convertirían en realidad , serían letras mágicas que un día llamarían a su puerta y la envolverían en un bucle de felicidad.
Finalmente terminó de escribirla. Una lágrima se escapó de la prisión de sus bonitos ojos y cayó justo en la última frase de su carta dejando un misterioso y curioso dibujo mezclando la tinta con el agua que limpia el Alma, dobló la hoja y la metió en un sobre no antes de haberla puesto sobre su pecho junto a su corazón para sellarla a golpes de latidos y pasión .
Dicen que si algo lo deseas con fuerza se cumple, dicen que lo que crees lo puedes crear, y dicen que las cartas desde la tierra escritas con el corazón encuentran quien las lea , y lo más importante, las haga realidad .
SERGIO CARRASCAL 