Dicen que todos los cuentos tienen un final y que es ese final el que esperamos encontrar cuando nos queda solo una hoja del libro. Pasamos con ánsia las hojas leyendo con rapidez , buscando e imaginando el resultado , el desenlace, por nuestra imaginación pasan mil posibles finales, y en todas las ocasiones, queremos un:
«Y vivieron felices y comieron Perdices »
Cuando lees esto, respiras tranquilidad. Al final, el apuesto Caballero se casó con la Princesa, el malvado acabó con sus huesos en la fosa del olvido, y el Dragón voló muy lejos del Reino de la felicidad. Esto es muy hermoso, pero para que ocurriera , el Caballero tuvo que pasar mil y una aventuras, luchar con monstruos de leyenda, llorar sus desgracias frente al pozo del destino, perderlo todo y empezar de nuevo, mirar al cielo y pedir fuerzas para completar su cometido…para ser feliz y comer Perdices , sufrió los avatares de la vida.
Pero y si pudiéramos cambiar el cuento? Y si…el final es el princípio? …
Un día vas a encontrar un Ángel , que de repente te observa, ve como a través del trayecto de tu vida has conseguido escribir muchos cuentos, pero a todos les faltaba un final feliz, la última hoja estaba casi en blanco, con algunas palabras sin sentido, emborronadas por las lágrimas , letras que parecen movidas por el viento tras la tormenta del destino. Ese Ángel te mirará , y con sus alas borrará esas frases, las agitará con fuerza y te entregará un nuevo libro, cuyas hojas están en blanco, junto a él , una pluma con una tinta de la que están fabricados los sueños, los anhelos, el Amor verdadero, el sentido de la vida y tus deseos más intensos.
Ese día , agarraras la pluma y comenzaras a escribir un nuevo capítulo de tu vida, porque habrás encontrado el mejor comienzo para empezar y olvidar el pasado, para sentir sin preguntar porqué es tu corazón el que dicta la sentencia en tu sendero, para sonreír y tomar aquello que te pertenece…tu felicidad . Olvidarás afrentas, traiciones y desamores, sentirás que estás viv@.
Yo encontré ese Ángel bajo la puesta de Sol en el preludio de la noche, alumbrado por la Luna llena, me entregó su sonrisa mientras con un bello gesto me invitaba a escribir un nuevo cuento que comenzara por el final…
«Y fueron felices y comieron Perdices »
Dedicado a Angélica…gracias por aparecer en mi vida.