La puerta de tus miedos.

Toc…toc …
Quién es? 
Somos tus miedos, por favor déjanos entrar…
Titubeó un segundo, solo un segundo , y la puerta se abrió .
Entraron todos de golpe, dejó de tener vida propia. Se acomodaron en el sillón más cómodo de su casa relleno de sueños por cumplir, con grandes almohadones de anhelos y plumas de lo que fueron sus alas , abrieron su frigorífico y comieron sus más ricos postres, y en la noche, ocuparon su cama sin dejar espacio para que pudiera dormir.
Por la mañana , arrastrando los pies , se dirigió a la cocina para prepararse un café que pudiera despertar sus sentidos, pero la cafetera estaba vacía , tampoco encontraba nada con lo que llenarla , sus miedos habían acabado con todo rastro que pudiera hacer que se levantara con alegría, cualquier elemento que potenciara sus ganas de vivir.

Con mucho esfuerzo consiguió vestirse . 

La ropa pesaba más que de costumbre, alguien había cambiado sus costuras por gruesos hilos de plomo . 

Los miedos, durante la noche habían estado trabajando en un taller que hace que todo cuanto te pongas sea terrible y pesado, que no te guste nada de lo que tienes puesto, que veas tu cuerpo extremadamente delgado o gordo, deforme, como un espejismo en el desierto.

Corrió hacia un espejo , pero dentro de él también estaban escondidos sus miedos.

Se miró y solo veía a alguien que no era sino una sombra , daba igual la postura , nada cambiaba … Todo era terrible, y empezaba a pensar el porqué había dejado entrar a todos los miedos en su vida.

Los había dejado entrar porque era más cómodo decir que no a todo, simplificar la vida en una amalgama de excusas baratas que hicieran de su día a día algo más sencillo, inventarse que no existía un manual para la vida y que como no existía podía hacer y deshacer a su antojo sin importar las consecuencias , podía permitirse engañarse y creerse sus propias mentiras, en resumen , vivir en un escenario donde el protagonista siempre pierde, y un público que mira con desdén y desprecio, a pesar de que su carcasa era de plena satisfacción , una débil armadura de cartón que podía desmoronarse con las gotas de la lluvia.

Su casa estaba invadida de todos sus miedos , miedo a Amar, miedo a evolucionar, miedo a salir fuera , miedo a cambiar, miedo a cumplir sueños y anhelos, miedo a volar, miedo a sentir caricias en su piel, miedo al qué dirán , miedo al propio miedo…

Se acercó hacia el salón , donde estaba una gran pila de libros, eligió uno, decía » Pactos y Laberintos» .

Lo abrió al azar , y hojas tras hojas encontraba mensajes ocultos de superación, de enfrentarse a los miedos más horribles, de conseguir empezar de nuevo pese a las circunstancias .

Volvió a la sala donde estaban reunidos todos sus miedos, allí observando y riéndose , rompiéndolo todo…

Abrió la puerta , la dejo abierta …y los invitó a salir…

Nadie sabe cuánto tiempo estuvo abierta , pero hoy está cerrada y dentro se pueden escuchar sonrisas y oler un rico aroma de café .