El árbol observaba como si tuviera ojos, llevaba haciendolo más de mil años en lo alto de aquella montaña. Majestuoso y enorme, con las ramas surcadas de cicatrices por el tiempo, sus gruesas raíces aferrándose a la cada vez más pedregosa tierra falta de su alimento vital, sus hojas llenas de colores que dibujaban ráfagas de luz jugando con el Sol y con el viento , allí arriba todo era posible porque el tiempo era aliado del día , y la noche el manto donde acostarte a soñar mientras tus deseos susurraban como poder llegar a ellos sin perder el tren de la vida.
Allí el andén estaba esperando por ti, todo junto a ese gran árbol .
Con sus manos delgadas acariciaba la rugosa superficie de su corteza , lentamente sus dedos pasaban entre los surcos que como terribles heridas atravesaban su gruesa piel. Cerraba sus ojos del color de la naturaleza y respiraba con intesidad percibiendo los olores de la vida, y porque no, de la inmortalidad de aquel gran árbol, queriendo descubrir sus secretos, saber de su historia y del porqué de su lucha ante los elementos y la destrucción .
El viento empujó su frágil cuerpo contra el grueso y robusto tronco obligándola a abrazarlo . Por extraño que parezca su piel sintió un calor enorme al contacto con la corteza , muy intenso , propio de la piel de un ser humano, de alguien con quien la conexión fuera única y mágica . Sintió el poder de las mil vidas de aquel árbol que llevaba en lo alto de la montaña tantos siglos.
Cientos de escalofríos recorrieron su cuerpo inundándola de sensaciones llenas de placer y a la vez de sabiduría . Sus ojos brillaban reflejando las estrellas de la noche empapados en lágrimas de alegría que rebosaban recorriendo sus pálidas mejillas para acabar besando sus labios . El viento volvió a soplar y la envolvió rodeándola de las hojas caídas del árbol haciendo que bailara en círculos alrededor de él , danzaba y danzaba en la noche, sonriendo , con sus manos entrelazadas con la brisa y vestida por la magia de la vida.
Danzó durante toda la noche alrededor de aquel árbol y descubrió que el secreto de la felicidad, el secreto de resistir ante la adversidad y la vida , el secreto de enfrentarse a sus miedos y la llave para abrir el baúl de sus sueños estaba en el Amor.
SERGIO CARRASCAL 