Dame la mano.

No me sueltes …

Dame la mano, deja que tu energía inunde mi ser, que el calor de tus dedos recorra mi piel dejando surcos de placer entre mis dedos, no me sueltes y si lo haces que sea para sentirla recorriendo mi espalda, dibujando autopistas que me lleven al cielo de los valientes .

Convierte tus dedos en instrumentos que me guíen en el mar de la confusión , que sean las estrellas del cielo por las cuales yo me guíe y pueda navegar con buen puerto, haz que brillen mientras me acaricias , deslúmbrame con ellos, ciega mis ojos cargados de emoción al sentirlos y que aún cerrados pueda ver su resplandor.

Abre tu mano y deja que la mía se entrelace con la tuya, convirtamos nuestras manos en las raíces de un poderoso árbol milienario donde todo es posible y somos capaces de conquistar el universo, el mismo que dicta nuestro destino, aquel que pasa las hojas de ese libro que contiene nuestra vida escrito con lagrimas pero también con letras de alegría sacadas de momentos que mueven la esencia de la vida, porque de eso se trata , de vivir .

No me sueltes, incluso cuando yo esté al otro lado y mi cuerpo no exista, cuando el viento susurré mis palabras y mis hechos , incluso entonces, no me sueltes , porque yo no lo haré nunca, siempre tenderé mis manos buscando las tuyas y jugaré con ellas perdiéndome entre los ocultos secretos de tu piel .

Hagamos que sean ellas las que dirigían el concierto de nuestra vida convirtiendo nuestros sueños en realidades y nuestros anhelos en alimento de la voluntad y el deseo , dame la mano y por favor, no me sueltes …