Hoy vamos a leer un cuento que nos traslada al mundo del amor, las motos..y el destino. Espero que podáis soñar con él.
Aquel bar en medio de la carretera era su única vía de poder descansar. Llevaba varios km a lomos de su Harley y acusaba el cansancio del viaje.
Bajó de la moto y sacudiéndose el polvo del camino se dirigió a la puerta del solitario antro de carretera.
Al entrar, los pocos clientes que allí estaban lo miraron con indiferencia y tomó asiento en la barra ..
el gordo y tosco camarero que atendía la barra lo miró y le dijo entre dientes..¨ el bar esta cerrado¨
El levanto la mirada y observó que el resto de los pocos clientes que allí había si eran atendidos.
Perdone..dijo..solo deseo una cerveza¨pero el camarero le volvió a espetar ¨le he dicho que esta cerrado¨
lentamente y con la garganta seca se levantó y salio cabizbajo del oscuro bar.
La verdad es que no había tenido mucha suerte en la vida. Casi todo lo que tenia lo había perdido y solo conservaba su preciada moto, que le llevaba donde el destino decidía.
Pero un día, encontró una mujer . Entró a cortarse el pelo en una peluquería del viejo estado y allí estaba.
Su sonrisa le cautivó. La verdad es que jamás había sentido nada parecido, no podía apartar sus ojos de ella.
Al salir ambos se cruzaron la mirada y fueron capaces de vivir fantasías inimaginables solo con el intercambio de sus ojos.
El fue al motel donde se hospedaba sin poder quitar de su cabeza aquella chica. Se fue a dormir temprano y decidió que al levantarse por la mañana volvería a la barbería y se presentaría debidamente..pero el destino le hizo una mala jugada.
Al volver allí..solo estaba el barbero, ella no.
Perdone..dijo..y la chica que ayer estaba en su peluquería??
Aah..esa mujer ..estaba de paso, pidió trabajo por un día y se lo dí, necesitaba el dinero…
Y no sabe donde se marcho?
Lo siento..dijo..se que cogió la carretera del norte..de verdad que lo siento..
Desde aquel día este rider iba carretera tras carretera buscando aquella sonrisa, pero la vida no era sencilla, y cada vez que creía acercarse se encontraba en un desierto inmenso.
Arrancó la moto..y su rugir le dio de nuevo esperanza..se ajustó su casco y acelerando se marchó dejando una nube de polvo .
De repente , a lo lejos, divisó una mujer que en medio de la carretera hacia autostop , levantó la visera de su casco y la vio..era el mejor espejismo que en aquella solitaria carretera se podía encontrar.
Era esa sonrisa..era ella…su nombre desconocido…se acercó a ella, y esta sin mediar palabra, se montó tras el abrazándolo con fuerza.
Solo se podía escuchar 2 sonidos, el fuerte rugido de la Harley..y los latidos de los corazones.