Miró al cielo y este estaba negro, sin Estrellas ni Luceros, sin Luna…nada, solo la más negra oscuridad. Recordaba los días de Luna llena cuando después de acomodar sus ojos era capaz de verlo todo, y jugar con su imaginación a descubrir figuras que la acompañaran en la noche.Pero no había más que la soledad por compañía y el silencio era el único aliado que la invitaba a descubrirse por dentro, sin más sonido que su propio eco retumbando en sus entrañas.
Se acomodó sobre el tronco de un árbol y cerró los párpados , dejando escapar una lágrima , sentía que estaba viva pero no podía vivir, era capaz de escuchar el latido de su corazón , pero no sentía el compás de la vida en cada golpeteo del mismo, sentía la brisa de la noche en su rostro, pero no se dejaba acariciar por ella.
Idealizaba un mundo perfecto, buscaba el sentido de la vida cerrando cada puerta que se abría a su paso, se sentaba una y otra vez frente a una ventana cuyos cristales translúcidos apenas dejaban pasar la luz, escudriñando por intentar ver lo que no era posible ya que tras aquel cristal no había nada.
Cuanto más se empeñaba en intentar ver lo que había en aquella oscuridad en la que se hallaba , más negro lo veía todo. Jugaba con sus manos levantándolas hacia el Cielo, dibujando Estrellas y caminos entre ellas, su mente flotaba buscando respuestas, pero seguía inmersa en su prision de obcecación y negación , frustración y desesperación.
Sentía que todo tenía que llegar algún día y llamar a su puerta, pero no hacía nada por que sucediera , solo sentarse cada noche a esperar y esperar , sin proyectar la realidad , sin creer …solo seguir inmersa en aquella oscuridad .
Había dejado que el miedo se apoderara de ella, disfrazó su vida con sonrisas falsas, un buen trabajo donde esconderse y amigos que no eran tales, pero a ella no la importaba, porque sabía que seguir así la mantendría con vida, sin saber que ya estaba muerta pues la vida acompaña a quien cree en sus sueños, y ella los había asesinado hacía mucho tiempo.
Volvió a mirar al cielo y buscó en él alguna luz, no podía ser todo tan oscuro, no era posible que ni siquiera existiera un destello en la noche , quizás se conformaba con las luces de un avión , lo que fuera…pero no, en sus ojos solo se reflejaba el negro incapaz de ver nada, era un fiel reflejo de cómo se sentía por dentro .
Se fue a la cama, una noche más igual a otras donde el día terminaba igual, sin esperanza , sin creer en ella.
Al días siguiente, al salir de su casa para desayunar como siempre en el bar de la esquina, observó en un kiosco los titulares de la prensa :
» Ayer en la noche espectacular lluvia de Estrellas , una de las más intensas de la historia…»