Allí estaba , en la esquina de esa habitación que guarda todos tus secretos , el lugar que vela por tus sueños y arropa tus sentidos .
Es una mochila ancha , llena de algo que es complicado describir , desbordada , tan llena que hasta las costuras se deshilachan incapaces de poder soportar tanta presión .
Pero te levantas por la mañana y lo primero que haces es colocar la mochila en tu espalda, no esperas ni siquiera a vestirte , ni a lavarte en el baño , solo te limitas a fundirte con esa mochila que ya has decidido te acompañará durante todo el día , desde primera hora, soportando un gran peso en tu cada vez más debilitada espalda.
Cuando bajas las escaleras la mochila se clava en ti como si te arrastraran por un suelo lleno de clavos , notas como si te desgarraran la piel , pero continuas , sigues avanzando pese a ese dolor que te hace perder el sentido . Por instantes, por leves momentos llegas a preguntarte porque debes seguir cargando ese peso y que olvidaste el día en el que te la colocaste por primera vez, si …te lo preguntas , pero el viento disipa la respuesta y sigues caminando por ese sendero que no sabes realmente donde te llevará .
El sudor invade tu frente , y no es por el calor. De repente notas que tu mochila pesa más todavía , has sentido como si algo dentro de ella hubiera crecido haciendo de tu caminar lento y pesado , pero piensas que queda poco para llegar a casa y descansar , de soltarla en esa esquina y poder tumbarte a respirar .
La sueltas con tremenda dificultad , aún más que la noche anterior , tus hombros doloridos , tu espalda llena de llagas difíciles de curar , y tu mente abrumada de pensar como poder aligerarla .
La observas y con temor decides abrirla .
Tus manos temblorosas sueltan algunas de las correas que sujetan su interior , temes lo que puedas encontrar pues por extraño que parezca , olvidaste lo que en ella pusiste , quizás y solo quizás , ni siquiera te pertenezca y sean cosas que solo aportaron peso a tu ya delicada vida.
Por momentos rabias de dolor y de ira al descubrir que la mitad de tu mochila está llena de pasado , de cosas que cargas sin ningún sentido , porque el pasado te sirvió como experiencia de vida , como lección y aprendizaje, pero no como piedras que transportar en tu sendero. Escarbas entre un montón de elementos inservibles que irremediablemente aportaban tanto peso que estaban rompiéndola , los sacas con fuerza y según los vas dejando en el suelo ves como se transforman en rocas a la vez que descubres que tu mochila pierde la mitad de su peso , aunque te puede la curiosidad y decides seguir vaciándola .
Por algún motivo que desconoces sientes alivio , paz y una sensación de desahogo en la medida que sigues vaciándola.
Miras de nuevo en su interior , esta vez con más valentía , y descubres un montón de piedras que simbolizan aquellas cosas que no te atreviste a decir , no te atreviste a decir «basta » , no te atreviste a decir un «te quiero » o un » te amo » , no te atreviste a coger aquella gran oportunidad, no supiste adelantar tus sueños y cerraste las puertas a tantos anhelos … y la piedra más grande , aquella que era la que más pesaba , ese sentimiento de haber dejado tantas cosas en el camino .
Cierras los ojos y respiras profundamente.
Cuando los abres ves que la mochila está vacía, solo queda un leve aroma que rápidamente se disipa de tu mente , sientes paz al haberte enfrentado a ese peso que cargabas cada día dañándote al obligarte a portarla sin más sentido que de sentirte obligad@ a hacerlo , ahora , te enfrentas al presente con firmeza hacia un futuro libre de cargas innecesarias , con el único objetivo de ser aquello que te pertenece por derecho , tu felicidad .
VIVE 💙
SERGIO CARRASCAL 